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Pérdida de la memoria: Por qué ocurre y qué hacer al respecto

 

¿Solés perder tus llaves más veces de las que podés contar? Descubrí las razones de tu falta de memoria y aprendé algunas estrategias para mejorarla.

 

En general, las mujeres están más conscientes y se preocupan más por los olvidos frecuentes y están más dispuestas a hacer algo al respecto que los hombres. Tienden también a prestar más atención a su cuerpo porque si bien los hombres también tienen ciclos, los de la mujer son más pronunciados y más reconocidos, cultural y personalmente. Tienen síntomas más dramáticos y son más sensibles a los cambios de sus mentes y de sus cuerpos. Se preocupan más por su salud y es así que suelen comprar libros y tomar cursos de autoayuda con mayor frecuencia que los hombres.

 

Ahora que los síntomas menstruales y la menopausia han dejado de ser un tabú, los problemas de memoria femeninos han salido igualmente a la luz y demandan soluciones. La ciencia está comenzando a comprender y a prestar atención a las diferencias fisiológicas entre ambos sexos y en cómo influyen sobre la salud.

 

Estos son los posibles causantes de la pérdida de memoria en las mujeres:

 

Anatomía

Estrógenos

Estrés

Nutrición

Depresión

 

Para identificar el tipo de pérdida de memoria que estás experimentando, hacé el siguiente test:

 

Test de Pérdida de Memoria a Corto Plazo

 

Aprendé luego un método rápido que te ayudará a mejorar tu memoria cuando el tema empiece a preocuparte.

 

Identificá la causa de la pérdida de tu memoria

 

Anatomía

El cerebro de la mujer no es anatómicamente igual al del hombre y quizás por esta razón los estudios demuestran que los hombres y las mujeres experimentan de manera diferente la pérdida de la memoria. Cuando envejecen, los hombres tienden a la pérdida de tejido en las áreas de los lóbulos frontales y temporales, asociadas con el pensamiento y los sentimientos. Las mujeres en cambio, tienden a perder tejido en las áreas del hipocampo y de los parietales - partes del cerebro asociadas con la capacidad de la memoria, visual y espacial.

 

Si bien ambos sexos pueden experimentar todo tipo de pérdida de memoria, estos hallazgos sugieren que las mujeres tienden a perder su memoria con mayor frecuencia que los hombres y que la memoria relacionada con la vista y el espacio es la que mayor deterioro sufre.

 

Existen también otras diferencias anatómicas. Por ejemplo, las mujeres tienen más conexiones entre los dos hemisferios cerebrales, lo que sugiere un mecanismo para la intuición femenina y también un posible mecanismo para compensar la pérdida de memoria.

 

Estrógeno

El estrógeno tiene muchos efectos de largo alcance además de los relacionados con el sexo y la reproducción. Esta poderosa hormona afecta cada órgano del cuerpo, incluyendo el cerebro. Las mujeres tienen cinco veces más estrógeno que los hombres y experimentan alteraciones dramáticas en las hormonas en momentos claves de su vida, por lo que sus capacidades se ven notablemente afectadas durante dichos períodos. Muchos de mis pacientes se quejan de notar una disminución de su memoria y de las funciones cerebrales después de los embarazos y durante la menopausia, momentos en los que el equilibrio hormonal femenino sufre alteraciones.

 

No obstante, tomar estrógeno no resolverá el problema. Clínicamente conocida como "declinación cognitiva asociada a la edad" o "limitación de la memoria asociada a la edad", la pérdida de la memoria a menudo hace su aparición cuando las mujeres comienzan a notar los síntomas de la menopausia. Puesto que hay pruebas científicas de que el estrógeno es necesario para que el cerebro funcione normalmente, es fácil asumir que los olvidos simplemente constituyen otro síntoma menopáusico. Es por ello que si adolescen de pérdida de memoria, muchos médicos convencionales prescriben como terapia suplementos de estrógeno a sus pacientes femeninos que se quejan de este problema. ¡Ojalá fuese tan simple!

 

Lamentablemente, para la mayoría de las mujeres los comprimidos o los parches de estrógeno no son una panacea. He visto a muchas pacientes mujeres que toman estrógeno, mejorar tan sólo levemente su memoria o no mejorarla en absoluto. Y muchas de ellas rechazan la sola idea de estar tomando una sustancia sintética o bien no toleran sus efectos secundarios. En otras, puede ser peligroso, puesto el riesgo de cancer o infarto está presente. En todo caso, la fisiología del cerebro es demasiado compleja para que el estrógeno, o cualquier otro tratamiento, sea por sí solo toda la respuesta. El estrógeno no es la única forma de afectar el cerebro. Así como debemos buscar terapias adicionales para prevenir y tratar la enfermedad cardíaca y la osteoporosis, debemos dejar de lado la mentalidad de tratar de hallar soluciones mágicas para los problemas de pérdida de la memoria.

 

Estrés

Ambos sexos sufren de estrés, pero el estrés femenino es de diferente calidad y juega un papel más importante como causa de la pérdida de la memoria. El estrés crónico afecta todos los órganos, incluyendo el cerebro, en parte por afectar el metabolismo del estrógeno. No ha de sorprender pues que las mujeres olviden dónde dejaron sus portafolios o sus hijos.

 

El estrés está particularmente presente en la vida de la mujer de mediana edad que puede que esté en la cima de su carrera, debiendo hacerse cargo de  múltiples relaciones y responsabilidades, además de atender a su esposo, hijos chicos o adolescentes, y quizás también a sus padres mayores. La sola sobrecarga mental y emocional de la vida cotidiana es ya una inmensa carga para la mujer de hoy, siempre ocupada. Ocurren demasiadas cosas, hay un exceso de información que asimilar y demasiadas tareas que llevar a cabo.

 

Cuando la capacidad mental comienza a patinar, lo vivimos como un fracaso personal y tememos quedar estereotipadas como incapaces. Por añadidura, la falla de la memoria está estrechamente asociada en nuestra cultura con una señal de envejecimiento y es mucho más duro para la mujer aceptar que está envejeciendo - física o mentalmente - debido a las presiones sociales. Nos sentimos todas Ginger Rogers, como suele decirse, "haciendo lo mismo que Fred Astaire, sólo que hacia atrás y de tacos altos."

 

Nutrición

Si se miran las estadísticas sobre nutrición a nivel nacional, las mujeres son en muchos aspectos peores que los hombres. Muchas mujeres simplemente no ingieren la suficiente cantidad de nutrientes que su cerebro necesita para crear y usar neurotransmisores (mensajeros químicos del cerebro) o para reparar y mantener las células nerviosas. En su necesidad de no perder tiempo y seguir trabajando, estas mujeres comen habitualmente lo que se conoce como comida rápida. Dejando de lado los alimentos ricos en vitamina B y los nutrientes antioxidantes, dejan de protejerse contra la aterosclerosis y de impedir el daño que producen los radicales libres, que privan al cerebro de oxígeno y nutrientes y matan las células nerviosas.

 

Otros factores

Dos veces más mujeres que hombres sufren de depresión y ésta afecta la memoria, la atención, la concentración y la rapidez del pensamiento. Más mujeres que hombres sufren de alteraciones nerviosas tales como fatiga crónica, bajo nivel de azúcar en sangre y desequilibrios de la tiroides. La mala circulación debido a la aterosclerosis priva de sangre al cerebro y por lo tanto, de oxígeno y de los nutrientes que éste necesita.

 

Estás en mitad del día entregada a alguna tarea y tu cerebro entra en cortocircuito y se nubla. Debés seguir trabajando y querés hacer algo para agudizar tus facultades mentales. Estas son las soluciones más rápidas y efectivas que conozco para este tipo de problema.

 

Realizá una rápida sesión de estiramiento o una corta caminata si te has topado con una pared mental. Practicá este ejercicio simple para estirar tu columna, lo que hará que tu cerebro se active. Parate frente a una mesa o mostrador que de altura llegue hasta tu cintura. Colocada a cierta distancia del mismo, apoyá ambas manos con las palmas hacia abajo sobre el borde de la mesa. Sin retirarlas de esta posición, caminá hacia atrás hasta que tu torso quede paralelo al piso y en ángulo recto con tus piernas. Mantené esta posición por unos instantes y respirá hondo varias veces.

 

Tené siempre a mano aceites esenciales de aromaterapia. Los aromas que ayudan a recobrar la agilidad mental son el jazmín, lirios del campo y frutillas. Probá también la menta y el eucaliptus.

 

Comé una papa. La glucosa es el mejor combustible para tu cerebro, pero éste no puede almacenarlo. El estrógeno ayuda a que la glucosa esté disponible para tus células cerebrales, pero debido a que tu estrógeno quizás esté bajo, puede que tengas hasta un 30 por ciento menos de glucosa del que tu cerebro necesita. Una tableta de chocolate u otra golosina, una gaseosa, o un café con bastante azúcar actuarán con rapidez para mejorar la situación, pero por tiempo muy limitado. La mejor opción es ingerir un carbohidrato de liberación lenta y acción continua y la papa llena estos requisitos a la perfección. De modo que si podés, tené papas hervidas o asadas siempre a mano, si sabés que vas a necesitarlas con frecuencia.

 

Ponéte cabeza abajo. Puede que parte del problema, cuando sentís que tu mente está lenta, oscura y confusa, sea de origen circulatorio. Si has estado sentada o parada por largo tiempo, toda tu sangre está concentrada en tus piernas. Hay varias posiciones yoga que revierten la influencia de la gravedad y mandan un rápido flujo de sangre al cerebro. Los ejercicios de yoga son mi solución favorita para corregir los problemas que afectan a quienes permanecen sentadas todo el día.

 

En otra página

 

¿Estás sufriendo de pérdidas de memoria a corto plazo?

Es normal olvidarse de algo ocasionalmente, tal como dónde dejamos las llaves. Pero si temés que tu falta de memoria sea una señal de otro problema más serio, completá este test para averiguar si estás sufriendo una pérdida de memoria a corto plazo. Pensá con cuidado antes de contestar cada pregunta y hacélo con toda honestidad.

 

1. ¿Te ocurre alguna vez entrar a un cuarto y no poder recordar para qué fuiste?

         __

No  __

 

2. ¿Perdés tus anteojos, llaves o lapicera con frecuencia?  

     Sí   __

     No  __

 

3. ¿Alguna vez te pasó que olvidaste dónde habías estacionado tu auto?

      Sí  __

      No __

 

4. ¿Te ocurre alguna vez que antes de salir apagás las luces, cerrás las ventanas o desenchufás la plancha y luego te cuesta recordar si lo hiciste y necesitás volver a tu casa para corroborarlo?

      Sí  __

      No __

 

5. ¿A menudo llegás a algún lugar, como por ejemplo el gimnasio, para descubrir que te has olvidado un elemento esencial como tu bolso con la ropa para cambiarte, tus zapatillas o el traje de baño?

      Sí  __

      No __

 

6. ¿Te ocurre a veces que te cuesta recordar lo que comista la noche anterior o qué hiciste el pasado fin de semana?

      Sí  __

      No __

 

7. ¿Te ha ocurrido que después de buscar un número telefónico, llegás hasta el teléfono y ya lo has olvidado?

     Sí  __

      No __

 

8. ¿A menudo discás un número de teléfono y cuando atienden no recordás a quién estabas llamando?

     Sí  __

     No __

 

9. ¿Solés decir a la gente que la volverás a llamar, pero te olvidás de hacerlo?

      Sí  __

      No __

 

10. ¿Te olvidás a veces de una cita?

      Sí  __

      No __

 

Resultados

 

Si no respondiste afirmativamente a ninguna pregunta

No tenés problemas de memoria a corto plazo.

Puede que olvides alguna cosa de vez en cuando, pero eso ocurre normalmente a cualquiera. Tu memoria no te impide completar tus actividades diarias, por lo tanto no es algo por lo que debas preocuparte.

 

Hasta 5 respuestas afirmativas

Tenés problemas leves de memoria a corto plazo

Aunque tu memoria en general es buena, a veces se te presentan algunas dificultades. Las fluctuaciones hormonales, el estrés, una dieta carente de las vitaminas y suplementos adecuados, un bajo nivel de azúcar o no hacer suficiente ejercicio, puede que sean las causas que contribuyan a estos pequeños olvidos. La facultad de recordar hechos pasados va disminuyendo con la edad, pero esto no significa que los recuerdos no estén allí, sólo debés esforzarte para recordarlos.

 

Más de 5 respuestas afirmativas

Tenés un verdadero problema de memoria a corto plazo.

Te cuesta recordar cosas que antes no implicaba ningún esfuerzo traer a la memoria. Puede que esto obedezca a diversas causas, hormonales, estrés, una dieta inadecuada, bajo nivel de azúcar o falta de ejercicio. La edad puede ser también un factor, pero en cualquier caso deberás consultar a tu clínico para descartar la posibilidad de alguna enfermedad, problemas de depresión o fatiga crónica.

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Número IV - Marzo 2003